Nunca un método había sido tan sencillo, fiable y revolucionador en el sector de la odontología: Método Cambra

El método Cambra se trata de una técnica sencilla pero innovadora que evalúa el riesgo de caries dental y el manejo de las mismas según el riesgo individual de cada paciente. Es aplicable y recomendada para todas las edades desde los 0 a los 100 años de edad.

Se basa en detectar una serie de factores de riego como son: las bacterias cariogénicas que producen ácido por la fermentación de carbohidratos, en especial los estreptococos mutans y los lactobacilos, los hábitos de vida destructivos como la ingestión constante de carbohidratos fermentables incluyendo sacarosa, glucosa, fructosa y almidón cocido y la pobre higiene oral, y las disfunciones salivares que pueden estar ocasionadas por múltiples variables como enfermedades sistémicas, fármacos, radioterapia, envejecimiento, etc.

Además, se debe realizar una exploración para identificar los indicadores de la enfermedad de la caries (lesiones en el esmalte, cavidades en dentina, empastes realizados en los últimos 3 años, etc).

El avance de las técnicas preventivas y diagnósticas hace posible el diagnóstico precoz y el tratamiento de la caries como enfermedad; es decir, nos proporcionan información fundamental antes incluso de que se puedan detectar cambios visibles en las estructura del diente, tanto visual como radiográficamente. Por consecuencia, tiene la posibilidad de introducir medidas preventivas en fases iniciales que consigan que un individuo clasificado en riesgo extremo cambie su potencial de contraer la enfermedad a los niveles más bajos.

Estas técnicas son indoloras, consisten en evaluar las bacterias de la cavidad bucal, el ph de la placa, el flujo salival, una exploración bucal y en un análisis de la dieta.

Una vez evaluados estos aspectos, el odontólogo puede hacer ciertas recomendaciones basadas en los factores de riesgo.

Cuanto mayor sea el riesgo del paciente de padecer caries, más se deben intensificar los factores protectores con el fin de detener o revertir la lesión cariosa antes de que llegue a tejidos más profundos, puntos de no retorno, que conllevaría a lesiones irreversibles.

Los factores protectores consisten en factores biológicos o medidas terapéuticas que ayudan a prevenir, detener o incluso revertir las lesiones de caries; tales como: fluoruros, selladores, agentes antibacterianos como el xilitol, elementos salivares, hábitos de vida saludables (hábitos dietéticos e higiénicos).

Es bien conocido que acudir al dentista dos veces al año para hacer un “mantenimiento de la salud oral” y que si se diagnostica “algo” esté en fase inicial es mucho más barato que esperar a que se desarrolle el problema para acudir a la clínica.  Es decir, con una baja inversión económica obtendríamos una alta rentabilidad en salud oral. Sin olvidar que un buen estado de salud bucodental nos ayuda preservar una buena salud general.

No dejes de cuidarte hasta el punto de acudir a los servicios dentales  motivado por una sintomatología, un dolor. El diagnóstico precoz es vital para poder detectar lesiones reversibles y evitar los tratamientos invasivos.

EN MEDICINA, LA PREVENCIÓN ES VIDA.

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